Wikipedia define Ritual como «una secuencia de actividades que implican gestos, palabras, acciones u objetos, realizados según una secuencia establecida, principalmente por su valor simbólico».
Yo los defino hoy como: «esa serie de cosas y formas que embellecen mi vida, le dotan de sentido y conectan con el aquí y ahora».
DEFINIR RITUAL
Ritual pude ser colectivo pero a la vez extremadamente de uno, por eso, esta vez, no me queda otra que irme nuevamente al relato personal:
«Para mi ritual es calentar el agua para el mate, agarrarlo con pasión cuando hace frío, hacer café y disfrutar el aroma del momento, como cuando enciendo el mejor incienso que tenemos. Ritual es tener varios carretes en la nevera esperando el momento justo. Ritual es abrir un vino y cantar con la guitarra. Ritual es caminar por el bosque, es sentarme al costado del lago y ver a mi perra nadar. Ritual es cocinar(nos), es todo acto nutritivo que sucede en la cocina, es el lavar los platos meditando, es el salir a mirar el jardín.
Ritual es salir a pasear en modo percepción ON, ritual es elegir cuidadosamente las verduras para una receta. Ritual es sentarse en el ordenador con una tarjeta de fotos por editar. Ritual es cargar un carrete, dispararlo, sentirlo y, con un entusiasmo que nunca cesa, ir al laboratorio y dejarlo para revelar. Ritual es chequear todo el tiempo el correo a ver si llegan los archivos en digital. Ritual es sentarse expectante delante de un ZIP lleno de negativos digitalizados. Ritual es disponerse al encuentro mágico y disfrutar».
RITUALES, ¿PARA QUÉ?
No soy experta en esto pero, partiendo de mi base subjetivísima de considerar al ritual como algo positivo, pienso firmemente que la creación, consolidación y disfrute de estos, sean personales y/o colectivos, nos hace profundamente bien.
Creo que cuando uno conecta con las cosas desde el sentimiento rituálico todo adquiere automáticamente magia y, a riesgo de sonar naif, si bien la vida «es dura», también, en la medida de lo posible, podemos elegir con qué gafas mirarla y con qué sensibilidad percibirla.
En MI experiencia, los rituales:
Me conectan con la cotidianidad de una forma más mía, encontrando una alternativa para esas cosas que a priori no parecen o se sienten placenteras, disfrutables y constructivas.
Me ordenan, dándole lugar a los procesos, a los preparativos, a los antes, durante y después.
Llenan de significado las simples cosas. Si en el acto de preparar tu café por la mañana construís un ritual, comenzarás cada día como si fuera una fiesta.
Me hacen estar más presente. Para mi, lo más importante de los rituales es eso: me enraizan profundo con cada acción intencionada que llevo adelante y eso, básicamente, cambia por completo la perspectiva de todo.
3 DE MIS RITUALES PREFERIDOS
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