Es el día de mi cumpleaños. Una nueva vuelta al sol, dicen. Para mi un ciclo nuevo, que termina pero que también comienza y, entre uno y otro, se entrelazan formando el tejido de la vida que hace 38 años me acompaña.
38, me sorprende el número, me gusta, los años no me pesan, los siento como parte del camino, aunque cada tanto me mire en el espejo y sea testigo de las transformaciones constantes que mi cuerpo hace por fuera y por dentro, dejando también a la vista el paso del tiempo. Pero no me molesta, es parte. Hace tiempo que entendí que la naturaleza es sabia y que nada de lo que pase orgánicamente puede estar mal. Le doy la bienvenida al paso del tiempo, cuidando mi cuerpo, mente y alma, para que me acompañe y posibilite el disfrute durante el máximo de tiempo posible.
Y en ese deseo de acompañar la vida organicamente, ayer me propuse dedicar MI día a sólo a las cosas de disfrute. Y como parte de un ritual con muchas cosas cotidianas hice otras menos normales que siempre me dan mucha satisfacción como revelar carretes.
La magia existe en un laboratorio analógico.
Si alguna vez habitaste alguno, lo sabrás. Si no, te lo recomiendo.
La luz roja tiene una fuerza especial, y dentro de 4 paredes, rodeadas de la magia que solo un carrete disparado y esperado puede emanar, es aun más fuerte.
El laboratorio analógico suele hacerse para revelar copias, osea fotos materialmente hablando, pero también para revelar carretes es un espacio útil aunque menos esencial.
En mi caso no tengo aun cuarto oscuro como tal. Tengo una luz roja que utilizo cuando hago estenopeica -o cuando nos toca maternar e incubar una gallina- pero el proceso de revelado del carrete lo hago en casa, en el baño o en la cocina, aprovechando que los materiales nos dan esa flexibilidad.
No dejar que el miedo nos prive del placer.
Revelar un carrete es algo que da mucho respeto. Siempre uno la puede liar y perder todas esas imágenes que latentes esperan en el carrete.
Pero no dejemos que el miedio nos detenga, entreguémosnos a la experimentación, confiemos en el procesos de aprendizaje e incorporemos, cuanto antes, este mágico paso autogestivo a nuestra experiencia creativa.
Una herramienta técnica, creativa y terapéutica
El año pasado comencé a dar talleres de revelado con dos objetivos claros:
Esparcir la importancia de ser autogestivas en nuestros procesos creativos y experimentales, sobre todo en el revelado b&n que puede parecer complejo pero es de una simpleza maravillosa.
Compartir la fotografía para personas de todos los niveles, sin necesidad que tengan experiencias sino también invitando a las curiosas que recién comienzan su vida fotográfica.
1. Ser dueños de nuestro proceso creativo.
Una de las cosas que me inspiró a armar DIY Film es esta pasión por la auto-gestión.
Para mi, el aprender a hacer las cosas por mi misma, es esencial ingrediente de disfrute. Por eso me gusta compartir la herramienta desde la técnica y desde lo emocional: ser artífices del proceso completo le da otro valor.
Además, concretemante en este caso, nos permite también poder guardar la intimidad de nuestros carretes sin tener que estár dejándolos a la vista de todas las personas ocupadas del proceso en la tienda de revelado, sin que queden almacenadas en los discos de los ordenadores, sin que pasen por scanners ajenos ni miradas desconocidas.
La privacidad en la fotografía es un tema aparte, pero cuando revelamos nuestros propios carretes hay una parte esencial de esa cadena que podemos cuidar, curar y disfrutar en intimidad.
2. El laboratorio para todes.
Me parece esencial romper con la idea de que para revelar tus propios carretes hacen falta muchas cosas o años de experiencia. Me parece importante compartir no solo la herramienta técnica de laboratorio sino la creativa y terapéutica.
Cuando comencé a dar clases de revelado quería que fuera un espacio de aprendizaje y experimentación pero también de creación colectiva, donde no fuera solamente la parte de fotografía sino la parte social, del encuentro, del intercambio entre todes.
La idea del taller de revelado de este estilo es poder enseñar a hacerlo pero también dar confianza y seguridad de que, sin importar el momento de la experiencia fotográfica que se esté, siempre es un buen momento para disfrutar lo que trae el proceso experimental del revelado.
La adrenalina buena, la emoción, el ensayo, prueba y error, la posibilidad de ser una herramienta que se puede compartir, que se puede abrir al público, a amigues, a todes los que queramos también hacer enamorar de la fotografía analógica autogestiva.
Te dejo algunas de las imágenes que revelé ayer ♡
Estoy terminando de actualizar mi página web https://crudalab.com , asi que mientras tanto te cuento por aquí que:
» Ya están abiertas las inscripciones para el grupo de FOTOGRAFÍA INICIAL de julio ♥
INICIAL es un curso para personas que comienzan su camino en la fotografía y quieren hacerlo desde un lugar técnico pero también introspectivo y personal.
Durante tres clases grupales exploraremos toda la técnica para que entiendas tu cámara -sea una reflex o la del teléfono-, comiences a educar tu mirada y percepción fotográfica, conozcas referencias y te inspires de artistas que crean desde un lugar sensible y personal.
Cerraremos el curso con un encuentro 1:1 que podrás utilizar para plantear dudas o bien compartir y profundizar en tu proceso personal.
Hay precio especial hasta el día 24 de junio!
» Este viernes es el primer encuentro de junio de EL OBRADOR! ese espacio que nació durante mayo y está dedicado a darle tiempo y espacio a los proyectos personales creativos y fotográficos!.
Este viernes estaremos compartiendo sobre comenzar a materializar y abriremos la mesa de trabajo para que las personas que se suman puedan utilizar el espacio para contarnos sus procesos, dudas o reflexiones creativas.
¿Querés unirte a EL OBRADOR y al fin darle tiempo a esa idea que tenés en la cabeza -y en el cuerpo- hace tiempo?
En julio sumamos una capa y el precio cambiará, si querés unirte, es ahora!!!
Nos vemos y leemos el viernes!
Lucía Cruda